1. ¿Cómo afrontar los impagos de tu empresa?
Los impagos son una de las peores amenazas para tu negocio al generar problemas de tesorería que exigen actuar con extrema diligencia.
Por ello, es de vital importancia afrontar la morosidad correctamente.
En este blog, resumimos qué consecuencias provocan y te aconsejamos sobre cómo evitarlos y/o reducir su negativo impacto.
2. El grave problema de los impagos en tu empresa
Económicamente, el proceso empresarial es una sucesión de pagos e ingresos que deben ir dejando beneficios. Cada cobro permite acometer nuevas inversiones y costear los gastos, siempre y cuando se obtenga cierta rentabilidad.
Ahora bien, cuando el flujo de los ingresos se detiene, el colapso puede ser irreversible. Quienes han sufrido impagos, son conscientes de cómo trastocan todo.
Primero, los beneficios se reducen considerablemente y después, al tener que hacer frente a los mismos costes sin dinero, se obtienen pérdidas.
En resumen, estas son las consecuencias negativas derivadas de esta situación:
– Tus costes financieros aumentan notablemente.
– Los ingresos de tu empresa se reducen.
– Pierdes oportunidades de negocio por falta de liquidez.
– Tu crecimiento queda limitado por la imposibilidad de invertir.
– Tienes dificultades para pagar las nóminas y los costes de tu organización.
– La supervivencia del negocio está en peligro.
Cuando se dispara la morosidad, se entra en una espiral de impagos muy peligrosa que debilita enormemente tu negocio. Si esta situación se vuelve crónica tu empresa estará abocará a la quiebra. En ese sentido, afrontar esta morosidad de modo proactivo y acertado es la diferencia entre desaparecer o ser viable.
3. ¿Cómo afrontar la morosidad en tu empresa?
La gestión de impagos puede ser una tarea complicada, pero existen tres grandes líneas de actuación para combatir este problema:
1. Prevenirlos y evitar impagos.
2. Gestionar impagos cuando se producen.
3. Encontrar financiación para hacer frente a la falta de liquidez.
4. ¿Cómo prevenir los impagos?
Existen buenas prácticas que te permitirán reducir el riesgo de morosos y sus consecuencias en tu negocio.
En concreto:
– Haz un seguimiento de tus facturas. Controla de forma periódica su estado, es decir, cuáles han sido pagadas y cuáles siguen pendientes.
– Facilita los pagos a tus clientes. Comunica por escrito las fechas de vencimiento y la inmediatez de los abonos. Asimismo, pacta con los clientes los medios de pago más apropiados.
– Solicita pagos anticipados de las facturas. Cobrar por adelantado reduce la gravedad de este peligro y sus consecuencias. Una buena práctica es pedir el 50 % por anticipado: así rebajas los problemas de tesorería a la mitad si no cobras el resto.
– Infórmate sobre tus clientes y su historial de impagos. Evidentemente, los deudores son hábiles para ocultar sus intenciones, pero si investigas y actúas con prudencia eres menos vulnerable. Es preferible renunciar a un cliente sospechoso que sufrir luego un impago.
– Contrata un seguro de crédito. La clave es encontrar una opción con un coste asumible, y rentable, para tu organización.
5. ¿Cómo gestionar la morosidad?
Ciertamente, no hay muchas alternativas cuando los impagos de empresa ya se han producido, pero te recomendamos que gestiones las deudas pendientes de la siguiente manera:
– Renegocia la deuda. Acuerda con el deudor nuevos plazos de pagos parciales o una quita para animarlo a pagar, si no queda otro remedio.
– Ármate de paciencia y no abandones. Persevera, al menos pónselo difícil a la otra parte.
– Recurre a una compañía de recobros.
– Acude a la vía judicial.
Como puedes ver, todas estas alternativas te costarán dinero, pero siempre es mejor recuperar una parte del total que no cobrar nada.
6. ¿Cuál es la mejor financiación frente a los impagos?
Recurre a la financiación alternativa si estás en esta situación, te ofrecerá mejores condiciones que la banca tradicional en estos momentos de dificultad al evaluar el riesgo del pagador del crédito comercial.
Además, pone a tu disposición fórmulas muy interesantes para prevenir y hacer frente a la morosidad.
En concreto y, sobre todo:
1. Descuento de pagarés. Consiste en ‘vender’ a una entidad financiera esos documentos de pago a cambio de una parte del importe. La ventaja es que los cobras antes de su vencimiento y que, si lo pactas, el comprador asume el riesgo de impago.
2. Anticipo de facturas. Es un procedimiento similar, pero se hace con las facturas pendientes de cobro. Se entregan y se ingresan con antelación gracias a quien financia. Cuando es sin recurso, el posterior impago no te afectará ni te ocasionará problemas de tesorería.
La conclusión es clara:
Los impagos de empresa son un agravio serio y muy peligroso, con posibles consecuencias irreversibles.
La financiación alternativa y una correcta gestión de la morosidad son tus principales antídotos.
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