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¿Cómo conocer la liquidez de tu empresa?


Conocer la liquidez de tu negocio es una cuestión fundamental, representando un factor clave para pymes y autónomos.

En ese sentido, los ratios económicos son indicadores valiosos para saber cómo se encuentra tu empresa.

Además, te ayudan a gestionarla según su situación y resultados.

Por ello, calcular estos ratios e implementarlos como referentes permiten tomar decisiones directivas estratégicas.

Aunque la incertidumbre sea inherente a tu negocio, estos datos te permiten conocer mejor tu situación y anticiparte ante posibles adversidades.

¿Cuáles son los ratios económicos más útiles para las empresas?


En el ámbito empresarial, no basta solo con querer aprovechar estos ratios para mejorar la dirección de la organización.

También necesitas elegir correctamente cuáles calculas y cómo los interpretas.

Para ello, te presentamos una selección de los más reveladores y útiles en el análisis de la situación económica y financiera de una empresa.

Ratio de autonomía financiera

Relaciona las deudas que tiene tu negocio, tanto a corto como a largo plazo, con los recursos propios disponibles.

Su cálculo se obtiene dividiendo los recursos propios  entre los recursos ajenos.

El resultado muestra la autonomía financiera y da una idea sobre la estructura de las fuentes de financiación.

Depende tanto del sector de actividad como de la antigüedad de la empresa:

Fondos Propios / (Pasivo No Corriente + Pasivo Corriente)

Ratio de liquidez

Gracias a él, sabrás si tu empresa va a ser capaz de afrontar sus compromisos económicos a corto plazo.

Para hallarlo, debes dividir el activo corriente entre el pasivo corriente.

Si el resultado es mayor que uno, puedes estar tranquilo, aunque conviene relacionarlo con otros ratios.

Su valor dependerá del sector de actividad, ya que algunas empresas con un ratio de liquidez inferior a la unidad también son solventes.

Activo Corriente / Pasivo Corriente

Ratio de tesorería

Conocido también como coeficiente de liquidez inmediata, define si tu empresa es capaz de afrontar sus obligaciones de pago a corto plazo.

La fórmula aplicable es la suma del activo disponible (inversiones financieras temporales y tesorería) y el activo realizable, dividido entre pasivo corriente.

Lo ideal es que sea tendente a cero (entre 0,1 y 0,3), puesto que la rentabilidad del efectivo es muy reducida o nula.

Efectivo y otros activos líquidos equivalentes / Pasivo Corriente

Rentabilidad económica

¿Quieres saber qué capacidad tienen tus activos de generar beneficios?

O lo que es lo mismo, cuánto beneficio obtienes por cada euro que inviertes en la empresa.

Para ello, solo tienes que dividir el resultado antes del descuento por amortizaciones, depreciaciones, intereses e impuestos entre el activo total.

Resulta relevante que su valor se encuentre por encima del coste de la financiación.

EBITDA / Activo Total

Rentabilidad financiera

Este ratio, también conocido por la siglas ROE debido a su nomenclatura en inglés (Return on Equity), establece qué capacidad tiene la organización para recompensar a sus accionistas.

Pone en relación el beneficio económico con los recursos necesarios para alcanzarlos.

¿Quieres hallarlo?

Haz esta división: beneficio neto entre los fondos propios.

Su valor deberá ser suficiente para satisfacer al accionista, siendo de carácter subjetivo al depender del perfil del inversor.

Resultado del ejercicio / Fondos Propios

Periodo medio de pago

¿Cuánto tardas en pagar a tus proveedores?

Dicho de otro modo, qué relación existe entre el saldo medio de las cuentas a pagar y tus compras diarias.

Cuanto mayor sea el resultado obtenido, más te estás financiando a través de ellos.

El cálculo es el cociente entre el saldo medio de proveedores y compras, multiplicado por 365 días.

Resulta interesante que su valor se encuentre en consonancia con el período medio de cobro o si es posible que sea superior.

365 * (Proveedores + Acreedores Varios) / Aprovisionamientos

Periodo medio de cobro

Refleja cuánto tardas, de media, en cobrar de tus clientes.

Es decir, cuántos días pasan desde que vendes un producto hasta que lo cobras.

La fórmula es similar a la anterior, es el cociente entre el saldo medio de clientes y las ventas, multiplicado 365 días.

Cuanto menor sea su valor menor será la inversión que hay que realizar para financiar a los clientes, aunque siempre debe estar en sintonía con la política comercial de la empresa.

365 * (Deudores comerciales y otras cuentas a cobrar – Anticipos de clientes) / Importe neto de la cifra de negocios

Ratios de liquidez: interpretación y características


Aunque el ratio de liquidez es uno de los más reveladores, existen múltiples adaptaciones que nos pueden ayudar a comprender cuál es la situación real de la liquidez corporativa.

Vamos a enumerarte, por ello, algunos de los más eficaces para llevar a cabo esta radiografía económica:

  • Coeficiente de solvencia

    Refleja hasta qué punto la empresa puede pagar sus pasivos corrientes (los que se pagan en un año) con sus activos corrientes. Su cálculo se obtiene a través del cociente entre el activo corriente (formado por efectivo, cuentas a cobrar y existencias) y el pasivo corriente.

Activo realizable / Pasivo corriente

  • Prueba ácida

    Mide la liquidez a corto plazo, obviando las existencias, respecto al pasivo a corto plazo. Esta modalidad del ratio de liquidez penaliza las existencias en el activo corriente pues por norma general son poco líquidas. No obstante, para una correcta interpretación se debe tener en cuenta el sector de actividad de la empresa, pues existen sectores en los que es inherente un estocaje mínimo.

(Activo corriente – Existencias) / Pasivo corriente

  • Fondo de maniobra

    Se calcula fácilmente, pues basta restar a los activos corrientes los pasivos corrientes. Establece la capacidad para afrontar deudas a corto plazo. Es útil para conocer si los activos que van a permanecer en la empresa durante un periodo máximo de un ejercicio son suficientes para atender todas las obligaciones de pago.

Activo corriente – Pasivo corriente

 

Liquidez referencia de análisis


Tras enumerar todos los motivos por los que la liquidez ha de ser una referencia constante en tus análisis, esperamos que ahora tengas más claro cómo hacerlo y qué indicadores emplear.

De este modo, podrás anticiparte y adoptar las medidas económicas o financieras idóneas.

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