1. Mi banco ya no me da crédito, ¿cómo puedo financiarme?
Por desgracia, todos hemos sentido alguna vez como nuestro banco de confianza nos ha dado la espalda cuando más lo necesitábamos.
No es algo personal, sino la consecuencia de aplicar los criterios de prudencia, solvencia y control de riesgos financieros en la financiación para empresas o particulares.
2. ¿Y si tu banco de siempre ya no te da crédito?
En las situaciones difíciles, todos procuramos recurrir a quienes conocemos. Es natural, ya que nos hace sentir más seguros y tranquilos. Sin embargo, cuando los problemas de liquidez llegan, esta fórmula no suele funcionar.
A veces, tu banco de siempre no responde de la forma esperada cuando tus cuentas no cuadran. Si tus problemas de liquidez superan el riesgo asumible por la entidad bancaria, el sistema denegará tu solicitud de financiación.
Cuando tu banco de siempre mira hacia otro lado en vez de darte esa financiación que tanto necesitas, aprendes la lección y descubres que debes estar abierto a novedades y nuevas alternativas financieras.
La fidelidad bancaria no es una obligación ni un regalo, sino una recompensa.
Así que, paradójicamente, ese desengaño inicial doloroso se convierte en una oportunidad de mejorar tu financiación para empresa.
¿Quieres saber cómo?
3. Cuando la financiación alternativa viene a rescatarte
Cuando tienes problemas de financiación críticos, resulta muy complejo y casi imposible, superar los baremos de solvencia que te exige la banca tradicional.
La gran ventaja de la financiación alternativa es su flexibilidad. Te permite acceder a fórmulas imaginativas y dinámicas, adaptadas a tu situación económica.
4. ¿Qué opciones de financiación alternativa para empresas puedes emplear?
Detallamos a continuación, algunas opciones que pueden resultar de tu interés:
– Anticipo de facturas. ¿Tienes facturas pendientes de cobro cuyo vencimiento perjudica tus tensiones de tesorería? El factoring te permite convertir tus ventas a crédito en ventas al contado.
– Descuento de pagarés. Es un sistema semejante, aunque en este caso anticipas el cobro de documentos de pago. Puedes hacerlo con o sin recurso, es decir, cediendo el riesgo de impago o asumiéndolo tú.
– Direct lending. Donde no llegan los bancos, los inversores privados te proporcionarán soluciones. Gracias a ellos, obtendrás ese préstamo que resolverá tus problemas de liquidez con la máxima flexibilidad.
– Equity. En estas ocasiones, el inversor da un paso más y busca como recompensa a su aportación económica una participación en la empresa. ¿Y si tener un nuevo socio fuese la solución?
– Capital riesgo. Existen grupos profesionales de inversión que financian a start-ups y otras empresas emergentes a cambio de participaciones o dividendos. Si tu proyecto es realmente prometedor, puede ser lo que precisas.
Como ves, existen muchísimas opciones a la banca tradicional. Por tanto, aunque la solución no se encuentra en tu banco de confianza, existe un universo de nuevas posibilidades financieras.
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